El tema resurge desde el fondo de las prioridades ciudadanas hasta la segunda posición. Los candidatos se suben a la ola.
Una nueva invitada a la campaña. La corrupción, que desde hace dos años permanecía a la cola de los intereses ciudadanos, conquistó este mes la segunda prioridad de los votantes, solo por debajo de la economía, según la más reciente medición de Cedatos, a la cual tuvo acceso EXPRESO.
El salto de la corrupción hasta el podio de las preocupaciones nacionales inicia con un lento crecimiento, en abril de este año, cuando aparecieron las tres primeras autoridades ecuatorianas en los Papeles de Panamá. En los últimos siete meses, el interés por este tema saltó de un marginal 4 % hasta un contundente 17,4 %, dejando por detrás a las drogas, la inseguridad, la delincuencia, la libertad de expresión y hasta los servicios básicos.
Es como una ley de la gravedad, pero a la inversa. Porque aun sin empuje de los principales cuarteles de campaña, que hasta hace poco en declaraciones a este Diario afirmaban que “la corrupción no arrastra votos”, la conciencia colectiva ha seguido de cerca la telaraña de hilos de pillería en la que se han visto envueltos más de un centenar de altos funcionarios y exministros del Gobierno Nacional. Un 56 % de la población encuestada asegura estar al tanto del escándalo en las petroleras estatales, la más reciente y simbólica trama que ha trascendido.
Pero la opinión pública en época electoral es mucho más opinión. La encuesta confirma que la corrupción entra en el cálculo de 53 % de los votantes para definir su elección en las urnas.
La declaración puede leerse en los números. Esta, la elección más indefinida de la historia según los registros de la encuestadora, ha registrado, en el último mes, un retroceso significativo de la decisión de voto: los indecisos se imponen con cerca del 60 %.
Los partidos, que han tomado nota tardía de un problema con directa afectación sobre su rendimiento, dan señas de tomar el paso. Cada uno a su manera. Desde hace un mes, las promesas de comisiones especiales internacionales, reformas en las leyes que facultan la fiscalización o que penan la corrupción, impulso de las veedurías cívicas o reformas judiciales se han elevado, siempre después del empleo, a la primera categoría de la campaña. No solo en la oposición. El oficialista Lenín Moreno ha terminado por sumarse a sus contrincantes esta semana con la promesa de “una cirugía mayor” a la corrupción.
Los casos
Galván, el detonante
La primera vez que un oficialista se refirió a rastros de corrupción en el partido de Gobierno fue en 2015, de la boca del presidente Rafael Correa. Fue el 24 de mayo, durante el informe a la nación, cuando el líder de Alianza PAIS pidió “disculpas al país” desde el Pleno de la Asamblea y prometió ser “implacable”. Poco después, la legisladora verde flex, María Esperanza Galván, abandonó el Legislativo en calidad de detenida. Fue procesada y sentenciada por cohecho.
Panamá, el emblema
Llegaron casi un año después de que Correa declare su cruzada contra la corrupción. La prensa independiente publicó los Papeles de Panamá, cuya investigación se ha convertido en un enredo monumental de hilos de corrupción que ha alcanzado en el camino a gerentes de la petrolera estatal y exministros.
Influencias, lo más reciente
Esta semana, la Fiscalía General anunció un nuevo caso de corrupción en las entrañas del Gobierno Nacional. Esta vez se trata de una supuesta red de tráfico de influencias que operaba en las compras públicas de medicamentos. Los tres detenidos, de momento, tienen también vinculación con los Papeles de Panamá, y se han relacionado con contratos por 60 millones de dólares con el ministerio de Salud y 293 millones de dólares con Enfarma.
El alcance
Lenín, el daño colateral
La campaña del oficialista Lenín Moreno no atraviesa por su mejor momento si se atiende a las cifras de tres de las encuestadoras más importantes del país que, en el último mes, aunque difieren abismalmente en los porcentajes, han coincidido en una tendencia: la candidatura de Moreno se haya en una pendiente, cuesta abajo.
Su declive en noviembre, el mes en el que la corrupción ha alcanzado máxima atención ciudadana, es atribuído por los ciudadanos a un impacto colateral.
El 69 % de los encuestados por Cedatos considera que el caso de Carlos Pareja Yannuzzelli (el fugado exministro de Hidrocarburos en la era de Rafael Correa) afectará a la campaña del candidato de PAIS. En el histórico de Cedatos, así ha sido: en los últimos 15 días, Moreno pasó del 37 al 36 %.
Es la caída más moderada. De igual forma, en las cifras de Market registró un descenso del 33 al 28 %, en el último mes.
Incluso en Perfiles de Opinión, el estudio que mejores cifras le concede, apunta en el último mes un bajón del 48 al 43 %.