Las elecciones seccionales de 2019 aún no generan interés en la mayoría de la población. Según la última encuesta de Cedatos, realizada la semana pasada, el 73% de la población consultada a nivel nacional afirma que le preocupan muy poco o nada.
Según Polibio Córdova, presidente de esa encuestadora, esta “apatía” frente al próximo proceso obedece a la falta de interés de la población por la política, a la falta de confianza en los movimientos y partidos y en la desconfianza que genera el Consejo Nacional Electoral (CNE).
A esto se añade, según el informe, que, a pesar de que estamos a menos de un año de las votaciones, hay un desconocimiento sobre qué tipo de elecciones se realizarán, los candidatos, los planes de acción, el equipo de trabajo, entre otros detalles.
En esos comicios se elegirán prefectos, alcaldes, concejales y presidentes de juntas parroquiales. Los partidos se comienzan a organizar para contrarrestar otra de las cifras de la citada encuesta: que el 59% de los consultados dijo que ningún partido o movimiento político es de su agrado.
Para Córdova, es necesario que las agrupaciones informen sus planes de acción, alianzas, ya que son elecciones seccionales, donde se decidirá el rumbo de la gestión de una ciudad o una provincia.
“Agosto va a ser mes de decisiones políticas en materia de candidatos. Es un buen momento para atender la inquietud de la población en el sentido de que quieren saber quiénes son los posibles candidatos y hasta qué punto tienen conocimiento de los problemas que la población necesita que se resuelvan en una ciudad específica”, dijo Córdova.
Los involucrados
La designación de nuevas directivas nacionales, provinciales, cantonales y parroquiales es parte de la estrategia de las organizaciones políticas con miras a las elecciones. El fin de semana, Alianza PAIS eligió a René Espín como director en Pichincha, mientras que la Izquierda Democrática posesionó sus directivas rurales.
Espín, cuya agrupación política sufrió una profunda división interna, asegura que no han hablado aún de candidaturas y que el trabajo inmediato será salir de esa crisis, que generó cierto nivel de desconfianza en la militancia. Considera que es importante realizar un trabajo territorial a través del diálogo para la toma de decisiones.
“No podemos dejar que pase el tiempo para la formación política de los compañeros y, obviamente, recuperar el sentido de ética, porque son temas que nos han afectado”, dijo Espín. Por eso cree que la meta es fortalecer el movimiento, retomar la unidad y, con esa base, participar en los procesos electorales que se avecinan.
Andrei Iza, joven dirigente de la Izquierda Democrática, aseguró que es necesario devolverle la credibilidad a la política. Agregó que, a través de los consejos parroquiales, podrán posicionar los mensajes en cada uno de los barrios, tomando en cuenta la experiencia de los líderes nacionales. “Se están formando jóvenes que tengan base social, para que puedan ejercer liderazgo para que haya una política participativa”, dijo Iza. (HCR)