Los alcaldes de Guayaquil y Quito, Jaime Nebot (PSC-MG) y Augusto Barrera (Alianza PAIS), quienes se postulan para la reelección en sus cargos en los comicios de febrero próximo, lideran la intención de voto a menos de dos semanas del inicio de la campaña electoral, según una encuesta de Cedatos.
El sondeo está cortado al 15 de diciembre pasado; se aplicó a 682 personas en Quito y 636 en Guayaquil.
Según la encuesta, el 70% de los entrevistados votaría por Nebot, mientras que el 21% lo haría por la candidata del Gobierno, Viviana Bonilla.
Nebot mantiene ese porcentaje desde agosto pasado.
En cambio, la intención de voto de Bonilla pasó del 10% en agosto a la cifra ya citada.
Los otros dos aspirantes a esa dignidad, Eduardo Álvarez (Pachakutik) y Balerio Estacio (Partido Socialista), tienen 2% y 1%, respectivamente. No aparecen en sondeos anteriores.
En Quito, Barrera llega al 45% de intención de voto, seguido del excandidato presidencial Mauricio Rodas (SUMA), que tiene el 24%.
En tercer lugar está Víctor Hugo Erazo, de Sociedad Patriótica, con el 2%.
Los otros tres aspirantes, Gonzalo Pérez (Prian), Milton Castillo (PK) y Jéssica Benítez (PRE), tienen 1%.
Para el consultor Oswaldo Moreno, Nebot llega a esos índices de intención de voto porque su gestión municipal de más de trece años es bien evaluada por los ciudadanos.
La candidata oficialista, en cambio, tiene a su favor su juventud, opina el analista. Pero al tener poca experiencia política, el nivel de conocimiento ciudadano es bajo, agrega.
Moreno recuerda que la que viene es una elección local en la que el apoyo del presidente Rafael Correa no garantiza el triunfo, como sí ocurrió con los comicios parlamentarios.
Lo que pesa es el sentido de cercanía, advierte el analista.
En Quito, según Moreno, lo que Barrera y Rodas comuniquen en campaña puede ser decisivo en las urnas.
El sondeo revela que el nivel de indecisión es mayor en Quito que en Guayaquil.
En la capital, el 13% dijo que no sabía aún por quién votar. En Guayaquil, lo dijo el 2%.
La campaña electoral se inicia el 7 de enero próximo y durará 45 días.
Durante este tiempo, el Estado –a través del Consejo Nacional Electoral (CNE)– financia espacios en medios de comunicación. Paralelamente, los sujetos políticos pueden hacer todo tipo de actividad proselitista.