La imagen política de Rafael Correa
Lo que sucede este momento es totalmente inédito, al menos desde la década de los setenta. Y esa tendencia se mantiene. Los datos que manejamos muestran un alto índice de aprobación a la figura de Rafael Correa. Por muy pocos momentos ha registrado datos inferiores al cincuenta por ciento. El promedio general va por algo más del sesenta por ciento y en determinados momentos, este nivel ha registrado marcas realmente históricas, que llegan casi al setenta y cinco por ciento.
Uno de los campos de acción que muestra uno de los valores más bajos, en esta balanza totalmente favorable sin duda, radica en las políticas de confrontación interna con los medios de comunicación especialmente. Existen otros puntos que son, aún, bastante bajos, pero que no pueden ser considerados de la misma manera, como los índices anteriores: por ejemplo, el índice de desempleo que se sitúa en niveles por debajo del treinta por ciento, pero en donde, según los datos conocidos desde diferentes fuentes, también se nota algún avance. Es decir, se consolida un balance positivo, que quizá pueda explicar, de cierta manera, el resultado totalmente claro y definitivo de las últimas elecciones. Incluso frente a problemas vigentes de enorme importancia como la inseguridad y la delincuencia en general. Sin embargo, insisto, la confianza institucional no es lo mismo. Por ejemplo, la Asamblea Nacional ha venido desde niveles preocupantemente bajos de aceptación popular, hace una década más o menos. En general, tanto como institución como en medidas de aceptación personal a los legisladores, esta aceptación popular también muestra un alza muy considerable a nivel del treinta por ciento. Señales que evidentemente configuran un ambiente favorable a la gestión gubernamental. Lo esperamos todos.